Los cambios bruscos de temperatura son un grave peligro tanto para animales como para humanos, con importantes efectos en la salud que abarcan desde deshidratación, calambres, síncopes, arritmias y otras muchas afecciones que pueden, incluso, producir la muerte. Después del que ha sido el cuarto verano más caluroso desde 1950, y ante un panorama en el que las olas de calor parece que cada vez se repetirán con mayor frecuencia, contar con sistemas que puedan controlar la temperatura y evitar los cambios bruscos es fundamental si se quiere garantizar el bienestar de los animales.
De este modo, las certificaciones acreditadas en bienestar animal impulsadas por las interprofesionales españolas Interovic y Provacuno y la húngara JTT se convierten en una herramienta clave en la gestión que puede, entre otros aspectos, llegar a combatir el estrés térmico en los animales al estar basadas en parámetros científicos y contar con sistemas de registro que permiten hacer un seguimiento y, en caso de que fuese necesario, introducir las oportunas mejoras de las condiciones.
Combatir el estrés térmico a partir del rigor científico y el seguimiento continuado
La mejora continua no admite correcciones puntuales, sino que requiere de un registro de mediciones continuadas basadas en criterios científicos como, por ejemplo, la medición de las condiciones de humedad, ventilación, nivel de CO2, etc. Estos registros de parámetros medibles, reproducibles y con base científica, son los que permiten a ganaderos y técnicos mejorar las instalaciones y condiciones de vida de los animales de granja.
“En el caso del vacuno de carne y del ovino y caprino en España y Hungría, una granja con certificación acreditada en bienestar animal está obligada a mantener un registro continuado y diario de más de 80 parámetros basados en criterios científicos, entre los que están los que controlan el efecto de los cambios de temperatura en el estado de salud y bienestar de los animales”, Tomás Rodríguez, director de Interovic
Por esta razón, cada día son más los granjeros y técnicos de explotaciones que ven las grandes ventajas que las certificaciones acreditadas en bienestar animal, impulsadas por las interprofesionales Provacuno, Interovic y JTT, les pueden aportar. Por un lado, en cuanto a la credibilidad y fiabilidad que supone para el consumidor, ya que una entidad acreditada por ENAC es la que garantiza estos registros, y, por otro, en cuanto a las mejoras continuas en la productividad e incluso en la rentabilidad que los sistemas de seguimiento, control y trazabilidad que las certificaciones acreditadas les aportan.
“El seguimiento de parámetros con base científica genera una gran tranquilidad al ganadero que tiene la confianza de que sus animales están siempre en estado óptimo y que cuenta con un sistema que le avisa en tiempo real de cualquier incidencia que les pueda afectar”, añade al respecto Javier López, director de Provacuno.